Es la primera tienda de su estilo, pues da un paso hacia adelante en relación con las otras tiendas del país de esta marca.
Más allá de un frapuccino, un espresso o un capuccino servido en vaso de cartón, la experiencia de consumo se amplía para ofrecer una carta completa de cafés con orígenes. De este modo, la gente puede pedir un café de acuerdo con sus propios gustos, basándose en las especificaciones de una región determinada. Por ejemplo, los cafés de Nariño o del Cauca tienen una mayor suavidad, con notas más frutales y cítricas, mientras que los del Norte, como Santander o Quindío, tienen notas de tostados y chocolate.
Además, en la carta hay café de microlotes de muy pequeñas producciones que no son comercializadas en grandes superficies y que solo se podrán encontrar en estas tiendas.
De la misma manera, los baristas explican las diferentes características que dan las distintas formas de extracción de un café.
La pastelería –algunos productos están elaborados por los hermanos Rausch–, está pensada para el maridaje del café, tanto en sal como en dulce. Las bebidas y la comida pueden disfrutarse en tres ambientes inspirados en la naturaleza.